Día 6 – Lunes 5 de agosto – de Tossor a Barskoon a Tossor (140km)
El día empezó con incertidumbre; nos habían recomendado una ruta que llegaba a Naryn a través de las montañas (el paso Barskoon y el paso Arabel) en lugar de desandar el camino a lo largo del lago hasta volver a la carretera principal hacia el sur, pero habíamos estado comprobando si era accesible para motos grandesy encontramos un post reciente que decía que no era factible cruzar por otra vía que no fuera el paso de Tossor. Teníamos ese paso anotado como algo que quizás íbamos a intentar al final del viaje si nos sentíamos valientes, ya que era complicado: cualquier problema suponía hacer noche a casi 4000m y no queríamos arriesgarnos nada más empezar el viaje, un error y podíamos dar por termiandas las vacaciones.
Decidimos pues subir hasta el paso de Barskoon hasta el desvío donde empezaba el camino hacia el Arabal, pero incluso esa posibilidad no estaba garantizada, dado que era una ruta que se acercaba a la zona fronteriza con China y entrar en esas áreas requiere un permiso que es fácil de obtener si uno va con un tour organizado pero se complica si se va por cuenta propia: hay que pedirlo con un mes de antelación o encontrar una oficina de OVIR, y ninguna de las dos opciones eran viables de un día para otro. Por lo menos nos habían dicho que el valle que sube hasta el inicio de la pista del paso era precioso, y el no ya lo teníamos, quizá pudiéramos convencer a los guardas del punto de control de que nos dejara subir un poco por la pista a hacer unas fotos.
No había gran cosa de interés en los primeros kilómetros de la carretera que sube por el valle del mismo nombre que el paso (de hecho, todo tiene el mismo nombre allí: el pueblo al pie del valle, el río, una cascada… no estaban muy inspirados con eso de los nombres por esa zona) pero a medida que ascendíamos el paisaje polvoriento de la orilla del lago se convirtió en un paisaje alpino lleno de vida, con altos picos y nieves perpétuas como telón de fondo. Podría compararlo con los valles en Pirineo central, pero éste estaba a casi 3000 metros, la misma altura que los picos más altos allí. La carretera era una pista sin asfaltar pero en excelente estadom, ya que en algún lugar montaña arriba, mucho más allá de dónde nostros íbamos, había una importante mina de oro, y había mucho tráfico de camiones.
A medio subir paramos a visitar un monumento a Yuri Gagarin, el primer hombre en ir al espacio. La razón por la que tiene un monumento aquí es que cuando regresó pasó una temporada recuperándose en un sanatorio a la orilla del lago Issik-kul, y este valle era probablemente el rincón más bonito cerca del lago.
Encontramos el punto de control al fondo del valle, just al pie de la pista serpenteante que llevaba al paso. Ya había un coche parado en la barrera y sus ocupantes estaban dentro de la caseta hablando con el guarda. Un Toyota muy raro, proablemente importado directamente del mercado doméstico japonés, se paró detrás nuestros y el conductor, que hablaba inglés, nos dijo que no hacía falta ningún permiso, que el guarda apuntaría las matrículas y los datos de los pasaportes.
Con el papeleo hecho, éramos libres de empezar el ascenso por la primera de las 33 horquillas que subían culminaban en el paso. La pista era polvorienta, pero como soporta tanto tráfico hacia la mina unos camiones la riegan con agua constantemente para mantener el polvo a ralla. Tras una subida muy emocionante alcanzamos el paso, a 3819m, y la pista se abrió en un vasto altiplano rodeado de enormes montañas.
Fuimos hasta el desvío que se dirige al paso de Arabel y más adelante empalma con el camino que baja del paso de Tosor; desde aquí no parecía complicada en exceso, pero a saber qué había más adelante. Pasamos un rato haciendo fotos y volvimos a bajar, esta vez disfrutando de las vistas que sobre el valle que una pista tan alta nos ofrecía.
Para cuando llegamos de nuevo a orillas del Issyk-kul nos dimos cuenta de que habíamos pasado tanto tiempo en el valle que no había posibilidad alguna de llegar a nuestro siguiente destino a tiempo, así que volvimos al campamento de yurtas donde habíamos dormido la noche anterior y pasamos la tarde nadando en el lago.