La ruta
El punto de inicio de esta ruta circular es de nuevo la población de Ademuz. Sin embargo, si se accede a la zona desde Cuenca se puede comenzar desde Torrebaja y desde Teruel se puede comenzar en Villel, ambas poblaciones en la nacional 330.
Desde Ademuz tomo la nacional 330 en dirección Teruel. Lo que es una buena carretera de Ademuz hacia el sur, ancha y con buen asfalto, se convierte al poco de salir hacia el norte en una via estrecha más digna de ser considerada una regional que no una vía principal que enlaza Alicante con la frontera con Francia. Los 40 y pocos kilómetros que unen Teruel con Ademuz forman un tapón por el que circulan lentamente miles de camiones de gran tonelaje al año, pero la intención de proteger el valle del Turia y, en mucha mayor medida, el abandono político que sufre esta despoblada región se combinan desde hace décadas para evitar que se acondicione este tramo.
A medio camino de Teruel se encuentra la población de Villel, desde donde sale una carretera aún más estrecha y con firme irregular en dirección a Camarena de la Sierra y las pistas de esquí de Javalambre. De camino se pasa por un par de pequeños pueblos y, poco antes de llegar a Camarena, la carretera atraviesa una garganta donde encuentro una pequeña área de picnic y una fuente con numerosos chorros de abundante agua fresca. Tras una corta parada llego a Camarena, donde dejo la carretera principal justo al entrar en el pueblo para tomar la TE-34 hacia el aparcamiento de la cota baja de las pistas de Javalambre.
Al poco de abandonar la población, una pista asfaltada deja la carretera por la derecha y sigue el río de Camarena hasta un área de recreo. A partir de aquí la pista empieza a ascender y deja de estar asfaltada al cabo de poco, aunque sigue estando en suficiente buen estado para permitir el tránsito de turismos sin problema.
Esta pista desemboca en la fuente Matahombres, un área de picnic con varias barbacoas, fuente y una balsa, un rincón bonito pero bastante concurrido tanto por la facilidad de acceso en todo tipo de vehículos, como he mencionado antes, como por el atractivo del lugar, a pesar de que en los meses de más calor está prohibido hacer uso de las barbacoas.
La ruta circular sigue por la pista pasada la zona de picnic, pero en este punto vale la pena desviarse hacia la derecha y seguir el barranco valle abajo para visitar Los Amanaderos y el salto de Yeguas. Esta pista está algo más rota y, aunque no presenta dificultades, ya no sería muy recomendable aventurarse por ella en un turismo. En época seca no presenta demasiados problemas, pero si ha habido lluvias recientemente el cauce normalmente seco del barranco puede dificultar el cruce de un par de puntos donde la pista lo atraviesa.
Poco antes de llegar al final de la pista un cartel del tipo que indica el nombre a la entrada de las poblaciones anuncia que me encuentro en los Amanaderos. Dejo la moto tan arrimada como puedo en un lateral de la pista para echar una ojeada a este punto del barranco, donde el agua mana de entre un caos de rocas para ir ganando caudal rápidamente y convertirse en el salto de Yeguas unos centenares de metros más abajo.
Tras atravesar el cauce del barranco, esta vez con agua, llego a un punto donde la pista se ensancha y permite aparcar sin problemas. Tras esta zona de aparcamiento se entrevén unas barandillas de madera que protegen al despistado de una buena caída en el salto de Yeguas, el primero de una serie de saltos hasta llegar al molino de Montereta, pasado el cual la garganta se abre en una zona de huertos perteneciente al pueblo de Ríodeva. Es un recorrido a pie que vale mucho la pena, pero si no se tiene otro vehículo esperando al final para poder regresar al punto de inicio toca desandar los seis kilómetros de vuelta al salto de Yeguas, esta vez en subida.
Tras admirar el salto desde la parte de abajo, donde también hay una poza donde se puede disfrutar de un baño si se es lo suficientemente valiente para aguantar la temperatura del agua, regreso a la moto y deshago el camino hasta el área recreativa para seguir con la ruta.
La pista gana algo de altura a partir de aquí y transcurre entre pinos y abetos, aún sin dificultad si está seca. Al cabo de poco se llega a la fuente de la Miel, donde hay otra área recreativa, esta vez bastante abandonada.
A partir de aquí la pista asciende hasta que el bosque se abre en el Alto de Barracas, donde se bifurca – ambos caminos llevan a la Puebla de San Miguel, el de la izquierda directo, el de la derecha pasando por el Pico Calderón y el Pino Vicente Tortajada, una microrreserva de flora con un árbol centenario. Tomo la ruta de la derecha y tras sortear un par de curvas en bajada con el terreno bastante suelto por culpa de las últimas lluvias, la pista bordea el pico Calderón, el más alto de la zona, por su vertiente sur hasta llegar a otra bifurcación. Por la derecha la ruta rodea el pico por su vertiente norte y regresa al Alto de Barracas y por la izquierda se acerca al Pico Gavilán, accesible en moto y todo terreno, pues tiene un puesto de observación contra incendios en la cima.
Pasada esta bifurcación, la pista desciende rápidamente, con algunos de los tramos más empinados pavimentados con cemento, hasta que llego a la última bifurcación de la ruta.
Tenía pensado volver a la carretera desde aquí, pues me encuentro ya a la altura de La Puebla de San Miguel, a donde se llega en un kilómetro y poco por la pista de la izquierda y desde donde sale la carretera de vuelta a Ademuz vía un par de aldeas. Sin embargo, un indicador me informa de que si sigo a la derecha puedo llegar a Mas del Olmo, la primera de las dos aldeas por las que pasa la carretera de vuelta, por pista. Con ganas de seguir un poco más por lo marrón, tomo esta opción.
Este último tramo tampoco presenta dificultades, es una pista agradable que serpentea entre campos de almendros en bancales que roban terreno como pueden al agreste terreno, un reflejo de lo dura que debía ser la vida de nuestros abuelos en esta zona.
Llegado a Mas del Olmo, no me queda más que tomar la carretera de vuelta a Ademuz, el punto de inicio.
Mapa
Qué ver
Ademuz – Con algo más de 1.000 habitantes, es la capital de comarca, construido en la ladera de la montaña con un entramado de estrechas calles que confirma las influencias árabes a la que apunta su nombre. En lo alto de la montaña se encuentran las ruinas de un castillo, anteriormente fortaleza árabe llamada Al-Damus. Desde la entrada del pueblo llegando desde Teruel se puede tomar una pista que accede al Pico Castro, desde donde se pueden disfrutar unas vistas excelentes del pueblo y sus alrededores, incluyendo el río Turia. La ermita de Nuestra Señora de la Huerta, del siglo XIV, merece también una visita.
Los Amanaderos – Este es el punto en el que nace la Rambla de los Amanaderos, que más adelante se convierte en el Río Ríodeva. En este punto de un barranco aparentemente seco el agua mana de varios puntos en un pequeño caos de rocas. No hay espacio para aparcar, por lo que hay que apartar la moto lo máximo posible en un lateral de la pista para permitir el paso de otros vehículos. Como alternativa, el lugar es accesible a pie en poco rato desde el aparcamiento del Salto de Yeguas, barranco abajo.
Salto de Yeguas y recorrido del Río Ríodeva – Este salto es el primero de varios que, juntamente con alguna poza, conforman un interesante recorrido por la garganta del río hasta llegar al Molino de Montereta. Si se dispone de otro vehículo en Ríodeva se puede hacer todo este recorrido de bajada y disfrutar de las vistas de los saltos que el río ha formado. Si no, se tendrá que desandar los 6km de camino, esta vez en subida. Vale la pena acercarse al menos hasta los primeros saltos.
Parque Natural de la Puebla de San Miguel – Parte del recorrido por pistas transcurre por el interior de este parque. En él encontramos el Pico Calderón, que con sus 1.837 metros es el pico más alto de la Comunidad Valenciana. Su ascenso no presenta dificultad alguna, y se puede llegar a la cumbre con un simple paseo si dejamos la moto en el Alto de Barracas. El parque cuenta también con microrreservas de flora, todas ellas señalizadas con paneles informativos.
Ermita en la Puebla de San Miguel – Si tomamos la ruta de bajada hacia este pueblo la pista desemboca en la carretera asfaltada cerca de este ejemplo de la típica arquitectura de las ermitas de la zona, con un porche que cubre la entrada.
Dónde comer
Casa Domingo, el principal hotel en Ademuz, cuenta con bar y restaurante. En Camarena de la Sierra, al tomar el camino del Balneario, la carretera que nos lleva al inicio de la parte off road del recorrido, encontramos el Hotel Esmeralada.