Curso acelerado de técnico de BMW

Día 16 – 15 de agosto – Osh (0km)

Era ya mi tercer día en Osh y empezaba a aburrirme. No estaba dispuesto a pasarme todo el dia descansando, así que me subí a la moto y me fui al taller de Muztoo.

Dos días antes había conocido a un francés allí que estaba desmontando su GS. Aparentemente, había una junta en el corazón de la moto que se había roto y perdía aceite. Uno podría pensar que bastaría con ir echándole más, pero se ve que podía ir a parar al embrague, que en las GS es seco, y fastidiarlo, así que le tocaba abrir toda la moto para llegar a la junta y cambiarla. Y cuando digo abrir la moto, quiero decir partirla en dos. Cuando llegué el lunes ya había hecho la mitad del trabajo de desmontaje y hoy (jueves) ya había recibido la junta a través un tipo que volaba desde Moscú y la trajo como favor y la había colocado. Ahora le tocaba volver a juntar las dos mitades de moto.

Yo no tenía nada mejor que hacer, así que me dediqué a ayudarlo. No era fácil, estaba bastante estresado cuando desmontó la moto y había tornillos, tuercas, clips, cables sueltos y otros trozos de moto esparcidos por el taller, todo sin etiquetar, y estamos hablando de una BMW 1200 GS Adventure tope de gama con suspensiones electrónicas Touratech delante y detrás.

Cuando íbamos a juntar toda la parte trasera (subchasis, cardan, etc.) con la delantera nos dimos cuenta de que el cardan se había salido de su sitio en el engranaje final, así que tocaba desmontarlo y recolocarlo.

Cuando lo abrimos y vi lo que había dentro no podía dar crédito a mis ojos. ¡Estaba completamente lleno de agua y barro espeso!

 

Me contó que se había quedado atascado en un cruce de río entrando a Tajikistan, a unos 30 kilómetros al sur de la frontra. Estaba pasando con un Neozelandés que acababa de conocer, y la tarde ya estaba avanzada, de modo que el nivel del agua era mucho más alto que por la mañana. Se metió y las piedras que llevaba la corriente se atrancaron contra sus ruedas. El otro tipo le ayudó a bajar de la moto y aguantarla desde el lado, pero estaba demasiado atascada para llevarla hasta la otra orilla, y el río barría más piedras contra un lado de la moto y al mismo tiempo se llevaba arena de debajo de sus pies, con lo que al cabo de poco se vió ya con el agua a la cintura mientras sostenía la moto. El neozelandés le gritó que la soltara y se salvase él, pero se negó y le dijo que fuese al punto fronterizo a por ayuda. Pasó horas en esa postura, a 4100 metros, medio sumergido en aguas heladas, aguantando la moto, hasta que llegó ayuda.

Desmontamos todo el brazo del cardan y lo limpiamos a fondo. Mientras lo montábamos de nuevo, eché un vistazo a las juntas de goma exteriores y me di cuenta de que no són más que guardapolvos. Espero que los cojinetes dentro estén mejor sellados, pero entendí que por mucho marketing que nos enchufe BMW, estas motos NO estan hechas para estos viajes de aventura. Todo el mundo que pasaba por el taller aqui dando la vuelta al mundo iban en Africa Twins, DR650s, Ténérés, XT600, Transalps y demás motos similares fáciles de reparar.

A las siete de la tarde la moto ya estaba de una sola pieza de nuevo, pero había mucho que hacer antes de poder descubrir si iba a arrancar o no. Prometí volver a la mañana siguiente para ver qué pasaba.

Mientra estaba allí aproveché la oportunidad para enderezar mi manillar y comprobar que todos los tornillos y tuercas que hay que quitar para cambiar las ruedas no estuvieran demasiado apretados, una lección que aprendimos por las malas con la moto de Marc.