Día 15 – 14 de agosto – Osh (0km)
Hoy no hice mucho aparte de ir a que me pusieran la segunda inyección y dejar descansar la espalda. Por la tarde conocí a los propietarios de las otras motos aparcadas en el hostal: una pareja holandesa, Klaas y Danielle; un belga, Bert; y un chico de Texas, Roberto.
Habían llegado todos aquí desde Tajikistana y se habían encontrado en distintos puntos de la carretera. Roberto viajaba solo en una KTM 1290 SuperAdventure enorme cuando se encontró con un alemán de 71 años en Khorog que le convenció para hacer el valle de Bartang con él. Resultó que el tío iba completamente sin preparar para esa ruta, sin ropa de abrigo ni suficiente comida, y tardaron seis dias, ¡seis! en completarla. A medio camino Bert, haciendo el Bartang en solitario, les pilló y consiguieron completar la ruta sin bajas, lo que fue casi un milagro teniendo en cuenta que el alemán tenía problemas de corazón y a medio camino les dijo que si se le paraba el corazón le tenían que dar puñetazos en el pecho para reanimarlo (y no estaba haciendo broma).
Estaban todos en Osh haciendo mantenimiento en las motos, descansando y preparándose para la siguiente parte de sus viajes: Klaas y Danielle iban a hacer Kyrgyzstan, Roberto iba a guardar la moto aquí y volver a Texas, con planes de continuar el viaje al año siguiente, y Bert estaba esperando a Katja y otra gente para pasar a China.
Salimos todos a cenar juntos y nos lo pasamos en grande compartiendo historias de viajes. Fue genial, todos compartiendo este momento pasajero lejos de nuestros hogares, con la misma pasión, habiéndonos convertido en grandes amigos por unas horas antes de volver a tomar cada uno su camino y probablemente no volvernos a ver.
Por la noche recibí buenas noticias en el móvil: ¡la rueda de Marc había llegado a Naryn!