Estas Navidades me han hecho un regalo genial: ¡un Adventure Rider de Playmobil! OK, la caja dice “Summer Fun”, pero eso suena demasiado genérico, juzgad vosotros mismos y decidme si es o no es un auténtico adventure rider…
Viene vestido con su chaqueta de moto, con un casco off-road, mochila, y es el primer click que veo con guantes.
Pero al quitarle el casco lo mejor es que…
¡Tiene barba como yo!
Como todo adventure rider que se preste, tiene una moto trail con neumáticos de tacos y maletas de aluminio.
Es bien consciente del debate entre maletas rígidas y de tela, pero dice que prefiere las de aluminio porque así tiene dónde poner las pegatinas de todos los lugares que ha visitado.
Aquí le vemos tras un largo día de viaje a través de lo desconocido; se ha buscado un buen rincón para acampar y se está preparando para disfrutar de una cena de motero: salchichas y raviolis de lata.
Parece que la noche va a ser cálida, así que ha decidido dormir bajo las estrellas a pesar de tener la tienda ya montada.
Pero no está solo, atraído por el olor de la comida de las latas vacías, un topo ha salido en busca de algo que cenar.
Llega la mañana, y con ella la rutina serena que le acompaña en sus aventuras: volver a poner las maletas en la moto y preparar el equipaje…
Desmontar la tienda…
Empaquetar el petate…
Amarrarlo todo a la moto…
¡Y ponerse en ruta!
Joder, que envidia 😉
:-))